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Hacia un Modelo Unificado del Eneagrama
Fabien & Patricia Chabreuil (Traducción por Christine Funfrock)

El problema

Como docentes entusiasmados por el Eneagrama, nos enfrentamos a un doble problema, teórico y práctico, a la vez incómodo en el plano personal, y embarazoso en lo profesional.

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Examinamos primero la situación teórica en la que se encuentra hoy en día la comunidad del Eneagrama.

Cuando un apasionado del Eneagrama deja el regazo de un autor o de un instituto para abrirse a la presentación del Eneagrama por otros, se encuentra confrontado a toda una serie de contradicciones entre las diferentes escuelas. Algunas son implícitas y otras expresadas claramente y a veces severamente.

Hemos listado las oposiciones más comunes:

  • Algunos consideran el concepto de las alas como válido, otros no (Patrick O'Leary).
  • Algunos utilizan las flechas (desintegración en un sentido, integración en el otro), otros utilizan las líneas sin flechas (desintegración y/o integración en ambos sentidos), otros ignoran aún este concepto.
  • Algunos consideran fundamental el concepto de centro reprimido de Kathleen Hurley y Theodorre Donson, mientras que otros no.
  • Algunos utilizan la noción de subtipos instintivos y otros no.
  • Algunos aprueban el recorte de Don Richard Riso en nueve niveles de desarrollo y otros no.

A esto se le suman evidentes desacuerdos sobre los nombres y las funciones de los centros, así como diferencias, algunas veces importantes, sobre la descripción de los tipos. Es difícil determinar si son o no el resultado de las discrepancias arriba mencionadas.

En estas condiciones, ¿qué queda del Eneagrama? Podría ser, tal vez, una proposición de un nuevo logotipo para la IEA:

IEA new logo :-)

Pero, entonces, ¿por qué llamamos a este modelo el Eneagrama? ¿Qué relación con el símbolo del Eneagrama que se halla presente en todos nuestros documentos?

Las diferencias de criterio entre las distintas escuelas y formadores, son normales y, también, una fuente de enriquecimiento. Pero aquí no tratamos eso; hablamos de contradicciones y desacuerdos sobre los puntos fundamentales de nuestro modelo. Entre nosotros, fascinados por la riqueza y el potencial del Eneagrama, tenemos tendencia a ser auto-indulgentes y a hablar de diversidad; en el exterior, gente cargada de lógica y de métodos científicos hablarán más bien de incoherencias.

Pensamos que esta situación es peligrosa para la perennidad y el desarrollo del Eneagrama. ¿Cómo podemos considerarnos profesionales serios si no logramos ponernos de acuerdo, al menos, sobre los conceptos fundamentales de nuestro modelo? ¿Quiere nuestra comunidad que el Eneagrama sea la psicología del siglo XXI o bien que sea astrología popular?

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Cuando impartimos formaciones, es fácil y tentador observar a los estudiantes entusiasmados que adhieren a nuestra enseñanza. Corrobora la calidad de nuestra práctica y la validez de nuestro discurso. Pero si miramos de cerca y de manera no egótica, podemos constatar dos aspectos:

  1. Algunos estudiantes utilizan la totalidad del modelo que impartimos; para ellos, funciona perfectamente y cobra sentido inmediato en sus vidas. Por el contrario, algunos parecen dejar de lado tal o cual aspecto que no es realmente significativo para ellos. Algunas veces, esta actitud puede explicarse por el desconocimiento de sí mismo. Pero no siempre es el caso.
  2. De todas las personas que participaron en nuestro primer taller y manifestaron tener un gran interés por trabajar sobre sí mismo, un porcentaje no siente la necesidad de profundizar en esta formación. Por supuesto, podemos encontrar varias razones, personales, económicas, relacionales, etc. No podemos excluir la idea que el modelo del Eneagrama no les ha parecido suficientemente pertinente a pesar de descubrir su tipo.

Creemos que todo formador del Eneagrama puede hacer las mismas observaciones y hacerse las mismas preguntas.

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Desde hace casi dos años, hemos empezado estudios cuyo objetivo es resolver esta doble dificultad, informar de nuestras observaciones y llegar a un modelo, explicando más y mejor el funcionamiento de la personalidad humana.

Desde el principio, no nos sentimos ligados a una escuela en particular de Eneagrama, reconociendo a cada una de ellas el valor de sus interesantes aportes, viendo en los miembros de cada una, gente creativa, honesta y competente. Estamos animados por la idea que las contribuciones de los diferentes autores reflejaban piezas diferentes y complementarias de la realidad. Por esa razón, hemos llamado nuestro proyecto el Modelo Unificado del Eneagrama®.

El objetivo de este artículo es de presentarles algunos de nuestros primeros resultados.

El Modelo Unificado del Eneagrama

El Modelo Unificado del Eneagrama® considera la personalidad como el resultado de tres tipologías distintas las unas de las otras y pues acumulables entre sí:

  1. la tipología del centro preferido,
  2. la tipología del centro reprimido,
  3. la tipología del centro instintivo.

Tipología del centro preferido

Es la tipología tradicional del Eneagrama. Dado que es altamente conocida la resumiremos de manera escueta.

Cada tipo es caracterizado por:

  1. La preferencia por un centro: instintivo (89 y 1), emocional  (23 y 4) o mental (56 y 7).
  2. La utilización de la energía hacia el interior y/o hacia el exterior de este centro.

En el centro instintivo, el 8 utiliza la energía del centro para actuar sobre el mundo que le rodea; el 1 quiere actuar sobre él mismo y controlarse; el 9 vacila entre la utilización interior y exterior del centro y siente, por lo tanto, dificultades a usarlo de manera apropiada.

En el centro emocional, el 2 utiliza la energía del centro para llegar a las emociones, deseos y necesidades de los demás; el 4 está interesado en vivir sus propias emociones y el 3 vacila entre la utilización interior y exterior del centro y siente, por lo tanto, dificultades a usarlo de manera apropiada.

En el centro mental, el 5 utiliza la energía del centro para acumular informaciones sobre el mundo exterior; el 7 para hacer planes interiores para su propio placer y el 6 vacila entre la utilización interior y exterior del centro y siente, por lo tanto, dificultades a usarlo de manera apropiada.

Preferred center use

Este doble recorte determina nueve tipos que podemos describir de manera más precisa con la ayuda de una pasión, de una virtud, de una compulsión, de una fijación, de una creencia de base y de la perdida de un importante atributo espiritual.

El centro preferido es innato y constante a lo largo de toda la existencia.

Tipología del centro reprimido

El concepto de centro reprimido fue inicialmente formulado con claridad por Kathleen Hurley y Theodorre Donson, a partir de informaciones presentes en el famoso libro de Beesing, Nogosek et O'Leary (en base a las teorías de Oscar Ichazo) y de los escritos de Maurice Nicoll.

En su apasionado libro My Best Self, Kathleen y Theodorre definen el centro reprimido como el que, a consecuencia de una herida original, “amamos menos, entendemos menos y por lo tanto evitamos su utilización con mucha habilidad y astucia” (p. 128). Para ellos, “el centro reprimido controla silenciosamente nuestra personalidad”.

Kathleen y Theodorre piensan que cada uno de los tipos no solamente prefiere uno de los centros, sino que reprima también uno de los centros. Llegan así para cada uno de los tipos a una jerarquía de centros:

  1. El centro preferido que está subvalorado.
  2. El segundo centro o centro de apoyo que está utilizado al servicio del centro preferido.
  3. El centro reprimido que está infravalorado.

Conservan, por lo tanto, la estructura de los nueve tipos, aunque admiten dos jerarquías de centros posibles para los tipos 36 y 9 y llegan así a doce combinaciones posibles. Están representadas en la figura de abajo, con la siguiente notación:

I = centro instintivo; E = centro emocional; M = centro mental.
i = utilización interior del centro preferido; e = utilización exterior del centro preferido; i/e = búsqueda de equilibrio entre las utilizaciones interior y exterior del centro preferido.

Enneagram (Hurley-Donson model)

Para explicar nuestra visión del centro reprimido, nos vemos obligados a hacer un análisis crítico del modelo de Hurley y Donson. Es porque hemos encontrado, que su enfoque alumbra la teoría del Eneagrama, que hemos analizado y estudiado con cuidado y consideramos nuestro trabajo no como un cuestionamiento sino como una extensión de su aporte.

Las combinaciones que faltan

La tipología del centro preferido combinada con la utilización interior y/o exterior de la energía del centro bastan para determinar nueve tipos. Cuando Hurley y Donson introducen el centro reprimido, se ven obligados a suponer que cada tipo reprima obligatoriamente a un centro. Por ejemplo, según ellos, un 1 reprima automáticamente el centro mental y obedece a la jerarquía siguiente:

Centro instintivo preferido hacia el interior [centro preferido]
centro emocional [centro de apoyo]
centro mental reprimido [centro reprimido]

Hurley y Donson afirman la existencia de esta jerarquía pero no la justifican. ¿Por qué reprime un 1 forzosamente el centro mental? ¿Por qué no podríamos tener la combinación:

Centro instintivo preferido hacia el interior [centro preferido]
centro mental [centro de apoyo]
centro emocional reprimido [centro reprimido]

Por cierto, Hurley y Donson están obligados a admitir dos jerarquías posibles para los tipos del triángulo 36 y 9. Nos encontramos con doce tipos. Adiós al Eneagrama y hola el dodecagrama:

  1 2 3 4 5 6 7 8 9
Centro preferido I-i E-o E-i/o E-i/o E-i M-o M-i/o M-i/o M-i I-o I-i/o I-i/o
Centro de apoyo E I M
I
I
M
M E E
I
I
E
I M M
E
E
M
Centro reprimido M M E E I I M M E E I I

Otras seis combinaciones están lógicamente posibles y no están descritas por ellos. Corresponden a los tipos del Eneagrama, definidos por el centro preferido y su utilización, pero con una jerarquía que invierte el segundo y el tercer centro en relación el modelo de Hurley y Donson.  Para distinguirlas de las otras, añadimos al tipo la letra griega μ (pronunciar mu).

  1 μ 2 μ 4 μ 5 μ 7 μ 8 μ
Centro preferido I-i E-o E-i M-o M-i I-o
Centro de apoyo M M I I E E
Centro reprimido E I M E I M

Si observamos atentamente e interrogamos a la gente que no se reconoce muy bien en el modelo actual del Eneagrama, encontramos representantes de estos nuevos tipos: unos 1 y unos 2 utilizando el centro mental mejor de lo que se describe habitualmente, unos 4 y unos 5 con buenas capacidades instintivas, unos 7 y unos 8 mas emocionales que lo que podemos esperar.

Nos encontramos ahora con 18 combinaciones. ¿Como integrarlas en el modelo del Eneagrama?

La ley circular

La ley circular fue formulada en junio de 1997 por uno de nuestros alumnos, Patrick Alexandrine.

Examinamos en correlación con la jerarquía de los centros de Hurley y Donson la integración de los tipos situados sobre el hexágono interior:

5 8 2   4 1 7   5
M I E   E I M   M
E M I   M E I   E
I E M   I M E   I

Al examinar este cuadro, podemos hacer tres constataciones interesantes:

  • La integración se hace respectando el sentido de utilización de la energía de los centros: (exterior (5 -> 8 -> 2), luego interior (4 -> 1 -> 7).
  • En cada una de estas triadas, la integración se hace por permutación circular de los centros: el tercero se convierte en el primero, el primero se convierte en el segundo y el segundo se convierte en el tercero.
  • Los puntos 27 representan una ruptura de la permutación. El centro preferido sigue siendo el centro preferido pero su sentido de utilización pasa de exterior a interior (2 -> 4) o de interior a exterior (7 -> 5).
Interpretación de la ley circular

Consideramos que la ley circular no es una simple coincidencia matemática:

  • Nos parece normal que la integración se haga conectándose a su centro reprimido, corrigiendo así el desequilibrio principal del tipo. Por ejemplo, el 5 que prefiere el mental y que reprima el instintivo se integra en 8 que prefiere el instintivo y que tiene el mental como centro de apoyo.
  • La ruptura de los puntos 27 puede explicarse por el hecho que estos dos tipos se caracterizan por un “despilfarro” de su centro preferido: el 2 es incapaz de focalizar la utilización exterior de su centro emocional en una sola relación, así como el 7 es incapaz de focalizar la utilización interior de su centro mental en una sola idea.  Los tipos 27 tienen por lo tanto algo que aprender en prioridad sobre su centro preferido. Cuando se integran, conservan su centro preferido y cambian la dirección de utilización.
Las 18 combinaciones

Utilizando la ley circular, podemos así colocar las 18 jerarquías posibles en dos Eneagramas, diferentes únicamente por el sentido de las fechas. Proponemos llamar al primero, correspondiente al modelo habitual, de la letra griega α (pronunciar alfa) y al segundo, que integra los nuevos tipos, de la letra griega μ.

Hierarchy of centers

Por ejemplo una persona cuyo ego es de tipo 7 nos indica su centro preferido: mental utilizado hacia el interior.

Si es 7 α, la jerarquía de los centros es M-i, I, E: es extremamente activo; se emplea en la realización de algunos de sus planes; bajo una apariencia relacional, evita todo compromiso y no se implica. La integración se hace en 5 α renunciado a mariposear de manera superficial, profundizando sus ideas y aprendiendo a concentrarse hasta la obtención de un conocimiento más profundo. La desintegración en 1 le vuelve rígido, iracundo y puntilloso.

Si es 7 μ, la jerarquía de los centros es M-i, E, I : es consciente de sus emociones interiores y a menudo del hecho que su optimismo es una defensa; se implica mas en las relaciones e integra a los otros en su búsqueda de placer; le cuesta mucho pasar a la acción y a concretizar sus planes. La integración se hace en 1 μ actuando en nombre de sus valores y siendo eventualmente responsable en detrimento de su propio placer. La desintegración en 5 μ le lleva a más aislamiento, a la avaricia y a la acumulación estéril de información.

Este modelo explica las discrepancias que existen entre los diferentes autores sobre la utilización de las líneas del Eneagrama, proponiendo un modelo más general. Pero lo más importante no está aquí, sino en que este modelo rinda cuentas de nuestras observaciones. Los tipos μ que hemos observado tienen realmente una utilización de las flechas del Eneagrama inversa a los de los tipos descritos habitualmente.

Nuestra generalización del modelo del centro reprimido presenta las siguientes ventajas:

  • Descripción más fina de la personalidad humana, cada tipo existiendo en dos variantes según la jerarquía entre el segundo y tercer centro,
  • Utilización de las flechas en los dos sentido de manera más conforme a la experiencia de la gente, a la vez que conserva una estructura previsible,
  • Mejor comprensión de algunas confusiones entre los tipos, especialmente para las personalidades del triangulo, y que no habían sido explicadas previamente (por ejemplo, la jerarquía de los centros nos dice que un 6 α puede parecerse a un 2 α o a un 4 μ y que un 6 μ puede parecerse a un 1 α o a un 8 μ),
  • Resolución de algunas rarezas: por ejemplo, Helen Palmer describe en la empresa, y esto corresponde a nuestra experiencia, a unos 5 que se comportan como unos 8 y a unos 4 que se comportan como unos 3; se trata según nuestro punto de vista de 5 μ y de 4 μ con un centro instintivo en segundo lugar y no de 5 α y de 4 α que lo repriman.

Consideramos que el centro reprimido se determina durante los primeros años de vida y queda constante durante toda la existencia.

Hacer una descripción completa de todas las consecuencias de este modelo, sobrepasa el marco de un simple artículo. Esperamos que las informaciones dadas aquí sean suficientes para alimentar la observación y la reflexión de los lectores.

Tipología del centro instintivo

La tipología del centro instintivo describe tres maneras de utilizar el centro instintivo: auto-conservación, social y sexual.

El tipo instintivo es adquirido y puede variar a lo largo de la existencia. El tipo instintivo es el resultado de la reacción a su educación y a su entorno, y es probable que esta tercera tipología no sea totalmente independiente a la del centro reprimido y que algunas combinaciones sean, por lo menos, más frecuentes que otras. Por ejemplo, nos parece que el 7 μ es, a menudo, de subtipo social (sacrificio).

Conclusión

La triple tipología que acabamos de repasar es una de las bases del Modelo Unificado del Eneagrama®.

Nuestro objetivo al presentar este trabajo no es de crear una nueva escuela de pensamiento del Eneagrama. Esperamos que las ideas que se hemos presentado aquí sirvan para estimular el debate. No duden en contactarnos, estaremos encantados de recibir sus observaciones, comentarios, criticas o bien su aprobación; todas las aportaciones serán bienvenidas y recibidas con reconocimiento.